A veces- no sé si con frecuencia- la melancolía impulsa los espíritus cabales. El arrebato de las almas se esparce por el orbe. Siempre gusté de esas voluntades asaltadas por el genio creador, por el discurso apasionado y la melodía enajenada.
Pasó el tiempo del desorden afectivo y depresivo (Girolamo Fracastoro, en el libro segundo de su Tratado de la inteligencia, advertía que los melancólicos pierden la razón y desvarían “vel in ómnibus, vel in pluribus”)
Pasó el tiempo de la desesperación, los espejismos y la misantropía (Laurentio afirmaba que los que sufren melancolía tienen la imaginación o la razón alterada)
Triunfó- ¡al fin!- el talento creador, los temperamentos innovadores, los hacedores de rebeldía.
Me da asco el imaginario colectivo, los ramplones “culturetas” oficiales, los “ecologetas” orondos y opulentos. Me repugnan los políticos fuleros y ávidos de parné, los “sabios” de letrina fastuosa, los necios de pluma abigarrada.
La redención reposa en los frutos de Zobel
The dew of the morning
Sunk chillo n my brow-
It felt like the warning
Of what I feel now.
Thy vows are all broken,
And light is thy fame;
I hear thy name spoken,
And share in its shame.
One of these days…
... la liberación abrasará los cimientos de la corporación del poder
No hay comentarios:
Publicar un comentario