Tus ojos... mi pasión!!

Hace menos de un mes, en los umbrales de marzo, pasé unos días en Roma. La ciudad, tan hermosa como siempre, intentaba surgir entre la bruma y las gotas de la menuda y leve lluvia de los días invernales. Pugnando contra la caprichosa naturaleza, acarició una sublime victoria un domingo trinado. Suaves y delicados cantos de juventud se escucharon y sintieron entre las piadosas naves, mientras la experta, elegante y sublime batuta jugueteaba acompasadamente con el piadoso éter del bendito templo. Las manos enlazadas durante paseos imborrables, los labios unidos afrentando al rencoroso tiempo, los ojos sumergidos en un mar de miradas mágicas…

Los esclavos de don Pedro González de Valderrábano

En el memorial del capitán don Pedro González de Valderrábano se dice: "Quiero que Isabel, mi negra, quede horra por lo que toca a mi parte. Si doña Francisca- esposa de don Pedro- quisiere y como quiera y dono y le dono mi parte". Además añade: " Al negrillo Antoñuelo, mando a mi hermano Juan Vázquez, con tal que no lo pueda vender. El chiquillo lo doy a doña Francisca por suyo" (1589).

Poco después, el 31 de mayo de 1589, doña Francisca de Quiñones, la esposa de nuestro capitán, concede la libertad a la negra Isabel: "Ahorro a la dicha Isabel".

Por fin, en agosto del mismo año, don Luis de Guzmán y don Pedro de Guzmán, testamentarios del capitán Valderrábano, venden a don Francisco Dávila y Ulloa un esclavo, Manuel de 21 años, por 50 ducados. El esclavo era de "color loro, de buen cuerpo, poca barba, los mostachos largos".

Firma de doña Francisca de Quiñones

Firma de don Luis de Guzmán

Inventario de bienes de la cárcel de Ávila (23 de junio de 1563)

Inventario de bienes de la cárcel de la ciudad de Ávila

El inventario fue elaborado por Sebastián Guerrero, alcaide de la cárcel de la ciudad de Ávila, el día 23 de junio de 1563.

• Siete pares de grillos con sus chavetas y con ellos otros nueve pares de grillos que después se han hecho
• Tres pie de amigos con sus candados y llaves
• Un par de grillos, el mastre quebrado, los cuales el dicho Sebastián Guerrero dijo había adobado
• Siete arropeas
• Tres candados y el uno quebrado
• Dos cadenas chicas
• Tres cadenas grandes
• Un cepo con su llave
• Una bigornia (yunque con dos puntas opuestas) con su martillo y botador (Instrumento de hierro, a modo de cincel sin afilar, para arrancar los clavos que no se pueden sacar con las tenazas, o para embutir sus cabezas)
• Un potro de madera para tormento
• Una garrucha
• Trece llaves principales de la cárcel, otras once llaves pequeñas y una llave de la puerta de la calle
• Ocho cabezales de sayal llenos de lana, ocho escaños de madera, siete mantas de paño blanco de lo mismo que dio el maestro Daza
• Una mesa y una tabla con sus bancos donde comen los presos
• Una antepuerta y una mesa con su cobertor verde viejo que está en la sala de visita
• Una tinaja de agua de los presos y un cobertor de madera
• Catorce libros de cárcel metidos en un cajón
• Una campanilla, tintero, salvadera y una cruz de madera