La osadía juvenil les llevó a madurar la posibilidad de descender y explorar la sima. Así, tras diversas discusiones, decidieron poner el proyecto en ejecución. En el primer descenso- efectuado con sogas corrientes de atar leña y unas linternas- realizado por mi padre y por Mariano Esteban, bajaron 40 metros. En el segundo intento, verificado por los tres protagonistas, descendieron hasta 107 metros, descubriendo un asombroso y magnífico mundo de estalactitas y estalagmitas (La cueva principal tenía unos 200 metros de largo y 12 metros de altura). Más adelante existía una bifurcación, pero la falta de experiencia y de material adecuado les obligó a desdeñar la posibilidad de seguir.
Días después, tras informar del hallazgo, se personaron en el pueblo- con la intención de descender la sima- varios jóvenes del Frente de Juventudes, dirigidos por un canónigo de la Catedral de Teruel. Eran jóvenes que conocían técnicas modernas de descenso (Realizaron rapel en la torre de la iglesia de Cañada de Benatanduz, a manera de demostración). Dirigidos por mi padre y sus amigos, descendieron hasta la gruta principal, celebrando una asombrosa y emocionante eucaristía.
Años después, en 1994, el Grupo Espeleo “El Farallón” de Montalbán exploró la sima con minuciosidad, realizando una revisión topográfica (Publicada en la revista Ontejas, nº 6, 1994)
Mariano Esteban Pueyo publicó un artículo en el periódico Lucha en 1954 (“Lucha”, 25 de octubre de 1954, sección “Por tierras de Teruel).
Mariano Esteban Pueyo publicó un artículo en el periódico Lucha en 1954 (“Lucha”, 25 de octubre de 1954, sección “Por tierras de Teruel).
No hay comentarios:
Publicar un comentario