Galería de los Espejos

Mil ojos desnudan mis entrañas
cuando Iris derrama el agua Estigia.
Mil almas bailaron en el salón
de los cuerpos amortajados.
Pompa, luz, pasos de muerte
entre los mosaicos fríos.
Pelucas empolvadas habitaron
entre miriñaques huecos de pasión.
Danza, sexo, deuda entre las libras
del rico y bufón asaltador.
El Delfín se adorna y ríe
sin intuir el ominoso fin.

Tardes de domingo

La tarde del domingo era la del paseo. Fueron agradables caminatas por las interminables calles de Buenos Aires. El sol- dorado y centelleante - de la primavera bonaerense, acariciaba los hermosos y sublimes pétalos de las miles de flores que inundaban los jardines sureños. Los cafés repletos de bombillas de mate y tazas de oloroso café, abrigaban inagotables charlas y sesudas tertulias. Los tangos- sombríos y taciturnos- desgarraban con sus notas la descarnada voz de los poetas del lamento.

Aquellos largos paseos traían a mi memoria el olor del pan recién hecho y del heno recién segado. Los pasos sobre el moderno enlosado me empujaban a las estrechas veredas invadidas por las zarzas y la breña. El chapoteo monótono, cadencioso y sempiterno en las grandes, flamantes y novísimas fuentes, refrescaban la nostalgia del rumor del agua fluyendo por el regato.

Ahora, en mi pequeño y adorado pueblo, evoco los paseos porteños…

Muñeca típica rusa

Está comprada muy cerca de los famosos almacenes GUM de Moscú.

Estos almacenes- en realidad centro comercial- son el arquetipo del lujo y la ostentación de la que hacen gala los nuevos millonarios de Rusia. En este hermoso y magnífico edificio se abren- a los lados de dos grandes pasillos- decenas de lujosas y caras tiendas.

Cuesta creer que fueran los almacenes estatales en la época de la Unión Soviética. Cuesta creer que fueran los almacenes en los que Billie Bradford- primera dama de los Estados Unidos en la novela "La Segunda Dama"- desea comprar regalos para la familia:

- A mí me gustaría ver algún lugar al que acudieran los soviéticos.
- Ah, entonces quiere usted ver el GUM, los almacenes estatales- dijo Razin-. Están al otro lado de la plaza Roja. Tiene más de mil tiendas en sus arcadas, pero no podrá comprar cosas de demasiado valor. Encontrará tela para vestidos, algunos aparatos culinarios, juguetes para los niños. Y necesitará rublos…
- ¿Y es allí donde acuden los soviéticos?- preguntó Billie.
- Ah, desde luego- le prometió Razin.
- Entonces quiero verlo- dijo Billie.

(Irwing Wallace. La Segunda Dama. Ed. Grijalbo, Barcelona, 1980)

A veces… Cualquier tiempo pasado fue mejor.

Soldados tunecinos

Los zocos de la ciudad de Túnez- numerosos y atractivos- brindan al viajero la oportunidad de adquirir innumerables objetos de artesanía local. Entre los zocos más atrayentes y sugestivos se distinguen: Attarine (el mercado de los perfumes), el Zoco de las Chachias- donde se puede adquirir el tradicional gorro tunecino- Zoco el Trouk (Mercado de los Turcos)- lugar donde se pueden comprar variadas labores de artesanía- Sekkajine (el mercado de los productos de piel y cuero), Lefta (Un colorido mercado de colchas, mantas, tapices y alfombras, Nahas (el mercado del cobre)- ideal para adquirir teteras, pipas de agua y juegos de café- Blaghija- donde se pueden comprar las famosas babuchas árabes- y Kebabjia, (el mercado de pasamanería y seda).

¡Qué políticos! (VIII)

¿Qué necio Socialista podría decir esta majadería?

"Es un conceto perfetamente apocalítico"

¡Qué nivel!

Pasado, presente y...

Ayer, mientras trabajaba con el ordenador, recordé un artículo de R. Steinbuch. Sus opiniones, sus consideraciones- como el mismo las denomina- resultaron inefables:

“En el futuro, los hombres de las sociedades industriales no sólo dispondrán de más bienes materiales- y de más energía-, sino también de más información. La posesión de conocimientos aumentará con increíble velocidad y las informaciones sobre acontecimientos en sitios lejanos serán transportadas a todos los lugares (por la telegrafía, el teléfono y la televisión), quedando éstos unidos entre sí mediante computadores y tras haber sido analizados sus efectos; todos los conocimientos se almacenarán mediante grandes bancos de información, disponibles para todos los hombres…
Probablemente, la técnica de computadores logrará los progresos más espectaculares: la industria de computers constituirá, en el año 2000, posiblemente la rama industrial con mayor venta; con toda probabilidad, más que las industrias de automóviles y de construcciones. No quedarán apenas productos industriales en los cuales no actuarán los computadores, al igual como el sistema nervioso se encuentra imbricado en los organismos. No habrá ni máquinas de herramienta, ni vehículos, ni técnicas de enseñanza, ni técnicas de oficina, ni investigación científica, ni desarrollo técnico, ni ningún otro campo de actividad productiva que no utilice intensamente la técnica de los computadores. La capacidad de competencia de una sociedad se verá determinada, con energía, por la capacidad de su industria de computadores.
Se utilizarán frecuentemente los computadores, por lo demás, en el campo social; por ejemplo, para la comprobación de informaciones jurídicas, para llevar el control de la venta de billetes de avión, para la vigilancia de vuelos, para el registro de habitantes, para documentaciones y bibliotecas. Será completamente normal intercambiar informaciones, de manera inmediata oral o por escrito, mediante los computadores. Los computadores mostrarán un comportamiento flexible y se adaptarán a determinadas circunstancias exteriores óptimamente”

Más adelante- cuando reflexiona sobre los bancos de información- dice:

“Como banco de información se conoce a un computador especial que clasifica la información que llega, la comprime, la almacena y la devuelve cuando se precisa. Puede obtener información de fuentes próximas y lejanas, o entregar información a receptores próximos y lejanos, o realizar de esta suerte lo que anteriormente se llamaba estructurar una “enciclopedia”: es decir, convertir en disponibles todos los conocimientos de cierto periodo y de una forma ordenada. Se distingue de anteriores enciclopedias por el hecho de que siempre está al corriente de lo más nuevo y de que la información deseada se encuentra a disposición en segundos, o sea, dentro del plazo en el cual deben tomarse la mayoría de las decisiones. Estos conocimientos universales rápidamente disponibles cambiarán la práctica social y política mucho más rápidamente que hubiera podido hacerlo cualquier enciclopedia.
Los bancos de información no sólo estarán a disposición de informadores locales, sino incluso serán conectados a informadores y receptores lejanos mediante conexiones telegráficas o instalaciones de computers. Para ello se emplearán también los conocimientos automáticos de idiomas y las traducciones, de modo que puedan contestarse también las preguntas formuladas en idiomas extranjeros…
Cuando existan muchos de estos bancos de información, serán unidos mediante redes de información”

Para acabar:

“Probablemente, el proyecto más interesante es el “EDUNET”, un sistema de información del “Interuniversity Communication Council” (EDUCOM). Mediante el EDUNET, quien lo utiliza podrá intercambiar instantáneamente la información prescrita por imágenes telegráficas; podrá recibir, de bibliotecas lejanas, extractos de libros y revistas; podrá mantener conferencias telefónicas con colegas de otros lugares, o atender a la televisión pedagógica, o participar en clases programadas, o emitir y recibir datos análogos.
El EDUNET será examinado en el transcurso del año 1968, a pequeña escala, y se pondrá a disposición de todas las universidades interesadas en el curso del año 1969. Para después de 1970 se prevé también el empleo de satélites de comunicaciones en conjunción con el EDUNET. Probablemente, la existencia de tal red de comunicación aumentará la eficiencia espiritual de la sociedad” (R. Steinbuch. "La sociedad y la técnica en el año 2000", Folia Humanística, IV, nº 66 (1968), p. 481-503)

Las consideraciones de Steinbuch fueron juiciosas, basadas en la experiencia- La primera argumentación divulgada acerca de las interacciones sociales que podrían ser propiciadas a través del networking está contenida en una serie de estudios firmados por J.C.R. Licklider, del Massachusetts Institute of Technology (Agosto de 1962), en los que discute sobre su concepto de Galactic Network- y demasiado optimistas… ¿Aumentó la eficiencia espiritual de la sociedad? ¿Aumentará la eficiencia espiritual de la sociedad?

Tardes y tardes...

Recuerdo que el tiempo discurría con lentitud, como el decrépito crepúsculo del verano.

La catenaria se erguía orgullosa sobre el cielo plomizo del otoño. El banco de piedra, junto al quiosco de periódicos, aguantaba nuestros cuerpos adolescentes, mientras dábamos cuenta de una jugosa y suculenta palmera de chocolate.

Los trenes iban y venían en un frenesí de formas y colores. El jefe de estación, bajo y rollizo, ordenaba el tráfico con autoridad cuasi militar. El vendedor de pipas, con una cesta repleta de chucherías, gritaba con fuerza y entusiasmo.

Un reloj grande y redondo- me recordaba los ojos del besugo que cenábamos en Nochebuena- marcaba los minutos con cadencia matemática. Su sonido, triste y sereno, golpeaba el corazón de una jovencita medio perdida.

Recuerdo ver pasear a los viajeros por el andén- cargados de maletas y palabras- resoplando por cada minuto de retraso. Los viajeros caminaban deprisa, casi sin tocar el suelo del andén, como espectros de una tragedia shakesperiana. Los estudiantes, sedientos de ternura, caminaban con afectado aire de superioridad. Los viajeros con cartera, vestidos con traje inglés, intentaban disimular la codicia y la angustia que les agitaba. Los viejos de pueblo, cansados y doloridos, rezongaban con lastimosa apatía.

Pero siempre recordaré… A una joven oriental, delgada y sonriente, que se acercó con aire medroso. Sus ojos, tras unas pequeñas gafas, desprendían viveza y curiosidad, como los ojos del halcón. Sus labios, pequeños y del color de la cereza madura, se movían con el vértigo de la búsqueda. Las manos, menudas y blanquecinas, se encrespaban como las olas del mar embravecido. Los bucles de su cabello se retorcían en hechiceros trazos, mientras un viento pícaro y juguetón trataba de atraer su atención.

Nunca podré olvidar aquella figura, tierna y suave, que me pidió la fotografiara. Una silueta que se movía como el céfiro de Tracia… Una fotografía que quedó revelada en mi recuerdo.

Muñeca típica holandesa

Esta muñeca fue adquirida en un establecimiento situado junto al puente Magere Brug, el último puente mecánico que sigue operativo en la ciudad de Amsterdam. Es un lugar cargado de embrujo cuando la noche domina la ciudad.

Rastreando en un libro publicado en 1938- precioso por su caligrafía y sus dibujos- me llamó la atención la opinión que el autor tenía de Ámsterdam:

"Es una ciudad de pocos atractivos y mal sana, edificada sobre lodo, con cien canales cenagosos que la dividen en noventa islas, unidas entre sí por unos trescientos puentes… Bajo el punto de vista artístico, tiene pocas obras que puedan interesar al viajero"

Más elogiosa es la opinión que tiene de los holandeses:

"Los holandeses son tenaces, tranquilos, reflexivos y metódicos. Atrevidos navegantes, en el siglo XVII dominaron el Océano y exploraron las regiones más lejanas"

(Dalmáu Carles, José. El segundo manuscrito. Gerona, 1938)

¡Qué políticos! (VII)

Un vómito de embustes, petulancias, necedades y dislates



El falaz Socialista debería leer y digerir el aserto expuesto por don Gregorio Marañón: “El hombre no debe mentir, ateniéndose así no sólo a los preceptos religiosos y éticos elementales sino también, por poco elevada que sea su categoría moral, a una innata inclinación de su propia conciencia” (Gregorio Marañón. Vocación y ética y otros ensayos. Buenos Aires, 1946)

Algún día lo conseguiré...

"Donde no se conserve piadosamente la herencia de lo pasado, pobre o rica, grande o pequeña, no esperemos que brote un pensamiento original, ni una idea dominadora" MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino. Antología general de Menéndez Pelayo, BAC, Madrid, 1956, I, p. 220

Añoranza

La tormenta rompiendo en la vega, el viento batiendo las ramas de los manzanos, el heno recién segado.

La plaza del pueblo engalanada para el baile, los limarones olvidados en el pilón, los eternos paseos por la carretera… Aquellas andanzas nocturnas que inauguraban un universo de caricias… Los coches repletos de sueños nublados por el alcohol.

La era saciada de armoniosos canturreos, la Mirinda aprisionada en el gaznate de un niño en pantalón corto, la placa del teleclub brillando con el sol de la tarde.

Las golondrinas anidando en el balcón de casa, las viejas jugando a la brisca en la calle Real, el cubo colmado de agua abrasado por el sol.

La procesión alrededor de la iglesia, el zumbo aplacado por el brío de la soga, los banzos rehenes del fervor. La casa de la Pasión prostituida por el comercio, el pequeño beaterio rendido por el tiempo.

Las agallas en los robles, la delicada sensación de las moras maduras, la cena recién tomada del fogón. La fatiga de la cocina bilbaína.

La siega en el prado de la abuela, el dulce vino del tío Juan, la música estridente del radiocassette.

En los últimos meses los recuerdos se agolpan desenfrenadamente. No sé si será cuestión de años o desesperación.