... el prior del monasterio de Nuestra Señora del Carmen Calzado expuso al Cabildo de Ávila, en un lastimoso memorial, las desdichadas circunstancias por las que atravesaba el convento, tras la estancia en la ciudad de las tropas francesas de Napoleón
“A resultas de la estancia de tropa francesa ha quedado la comunidad en estado calamitoso”
Fue tal el pillaje de los soldados franceses, que el monasterio no disponía de vasos con que celebrar los Santos Oficios
“Sin cálices, patenas, copones y hasta la ampolla de la Santa Unción”
Por ello, el prior solicitó al Cabildo les favoreciera con alguna donación
“Un cáliz y algún copón”
El obispo de la diócesis, don Manuel Gómez de Salazar, les entregó dos cálices, “mientras no aparezca dueño”, que obraban en su poder
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