En el tercer himno el poeta alcanza el sueño, la Noche, la verdad, la nueva vida: la Amada. Pero para alcanzar la purificación, el poeta ha debido transitar por el reino de la Luz, sufrir el dolor, la desesperanza, la soledad, el miedo.
El poeta es redimido por los sentimientos, por la existencia interior, subjetiva y espiritual. El amor y la naturaleza, a través de la sacralización del hombre y de la naturaleza, se convierten en elementos liberadores del poeta. La Noche permite el retorno del poeta a lo divino.
Además, Novalis, a través de visiones bucólicas de la naturaleza y de intensas emociones afectivas, expresa sus sentimientos más íntimos, desarrollando, por primera vez, el símbolo de la muerte como liberadora de las cadenas de lo humano, frágil y mortal.
El poeta es redimido por los sentimientos, por la existencia interior, subjetiva y espiritual. El amor y la naturaleza, a través de la sacralización del hombre y de la naturaleza, se convierten en elementos liberadores del poeta. La Noche permite el retorno del poeta a lo divino.
Además, Novalis, a través de visiones bucólicas de la naturaleza y de intensas emociones afectivas, expresa sus sentimientos más íntimos, desarrollando, por primera vez, el símbolo de la muerte como liberadora de las cadenas de lo humano, frágil y mortal.
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