Esta muñeca fue adquirida en un establecimiento situado junto al puente Magere Brug, el último puente mecánico que sigue operativo en la ciudad de Amsterdam. Es un lugar cargado de embrujo cuando la noche domina la ciudad.
Rastreando en un libro publicado en 1938- precioso por su caligrafía y sus dibujos- me llamó la atención la opinión que el autor tenía de Ámsterdam:
"Es una ciudad de pocos atractivos y mal sana, edificada sobre lodo, con cien canales cenagosos que la dividen en noventa islas, unidas entre sí por unos trescientos puentes… Bajo el punto de vista artístico, tiene pocas obras que puedan interesar al viajero"
Más elogiosa es la opinión que tiene de los holandeses:
"Los holandeses son tenaces, tranquilos, reflexivos y metódicos. Atrevidos navegantes, en el siglo XVII dominaron el Océano y exploraron las regiones más lejanas"
(Dalmáu Carles, José. El segundo manuscrito. Gerona, 1938)
No hay comentarios:
Publicar un comentario