El
sistema gremial se estableció para que artesanos y comerciantes pudieran
controlar y repartirse el mercado. Cada corporación gremial era gobernada por
autoridades internas, elegidas por los propios miembros de la misma, y a través
de una normativa que regulaba el funcionamiento y la actividad laboral de dicha
asociación. Además, tuvo la facultad de intervenir en la fijación de los
precios de venta, junto a la autoridad gubernativa.
El
sistema de trabajo a domicilio permitió a negociantes astutos y habilidosos
escapar del rígido sistema gremial. Esta práctica fue utilizada por algunos comerciantes
abulenses, entre los que cabe destacar la figura de Cristóbal de las Navas, cordonero
y vecino de Ávila (Cristóbal de las Navas desarrolló su actividad comercial
hasta la década de 1620). Cristóbal compraba lana a diversos vecinos de Poveda-
Pueblo situado en el valle Amblés, entre las localidades de Amavida y
Villatoro- y al ganadero Tomás del Nogal. Comprada la lana, la entregaba a una
familia de fabricadores- tenían el taller en los arrabales de la ciudad- para
que elaboraran el tejido siguiendo las disposiciones ordenadas por el propio
Cristóbal. Ya con el tejido, nuestro avispado cordonero vendía los paños a
mercaderes de la ciudad o a su hermano Francisco, propietario de una tienda en
la plaza del Mercado Chico de Ávila.
Con
este sistema, nuestro cordonero disponía la cantidad de tejido que precisaba,
decidía la calidad de los paños y el precio de venta de los mismos, siempre
teniendo en cuenta la demanda existente. Por otro lado, el fabricador
contratado tenía plena libertad para
utilizar las herramientas que deseara, por lo que se posibilitaba el avance
tecnológico.
Documentación:
A.H.P.Av. Protocolos 557 y 578
Y de paso los que trabajaban en sus casas tenían un complemento para sus modestas economías familiares. No todos estaban de acuerdo, evidentemente, con ese sistema tan reglamentado.
ResponderEliminarSaludos.